Las Marchas de la Muerte de Sandakan fueron una serie de marchas forzosas en Borneo, desde Sandakan a Ranau, que resultaron en la muerte de más de 3 600 trabajadores esclavos civiles indonesios y 2 400 prisioneros de guerra aliados que había sido capturados por el Imperio de Japón durante la campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial y se encontraban encarcelados en campos de concentración en el norte de Borneo. Para el final de la guerra, de todos los prisioneros que fueron encarcelados en Sandakan y Ranau, solo seis australianos sobrevivieron, de los cuales todos escaparon. Las Marchas de Sandakan son consideradas por muchos como las peores atrocidades sufridas por fuerzas australianas durante la Segunda Guerra Mundial.[1]